jueves, 7 de noviembre de 2013

El preámbulo de Diego Costa

Antes que Diego Costa, otros tres brasileños defendieron la camiseta de España: Donato, Catanha y Marcos Senna. ¿Qué consiguieron y qué hacen ahora? 


foto: soydelaroja
Diego Costa es Marcos Senna. También es Catanha. Y Donato. El delantero comparte con ellos país de nacimiento, Brasil, y selección de acogida, España. Antes que el punta del Atlético, los otros tres vistieron la camiseta roja, aunque sin menos dramas ni episodios mediáticos. Se nacionalizaron y fueron convocados. Poco más.

De ellos, Senna es el único que brilló más que nadie, titular indiscutible en la Eurocopa de 2008. Ese verano, finalizado el festejo, fue recibido por periodistas a su llegada a Brasil. Querían saber qué siente un compatriota que gana el máximo torneo continental con España. Un logro para un brasileño. Sin embargo, la renuncia de Costa a la canarinha le va a costar algún disgusto a tenor de las declaraciones durísimas que se hacen contra él.

Suele recordarse estos días los casos de Pepe y Deco, nacionalizados lusos y con quienes Luiz Felipe Scolari disputó la Eurocopa de Portugal, sin ir más lejos. Pocos se acuerdan ahora de los innumerables brasileños que han vestido la camiseta de España, Italia o Rusia, por poner sólo tres ejemplos, en fútbol sala. A la escuadra azzurra se la llegó a calificar como la Brasil B de forma despectiva en algunas competiciones.

Los casos de Donato y Catanha fueron menos traumáticos. El primero se formó en el Vasco da Gama, para recalar en el Atlético en 1988. Después de cinco años, firmó por el Deportivo, donde disputó diez temporadas y se retiró a los 40 años, convirtiéndose en el más veterano en marcar en la Liga. En ese ciclo, Javier Clemente le reclutó para la selección de cara a la Eurocopa de 1996, gracias a su portento en el centro del campo con su corte defensivo. Actualmente, ejerce como entrenador tras un par de negocios que no le salieron como esperaba. Pero fue el pionero, el primer brasileño que no jugó con la canarinha, sino con España.

Catanha comparte con él el traslado al norte de España. En el Celta se destapó como una gaviota por las celebraciones de sus goles tras un paso por el Málaga. En Vigo, en 2000, consiguió que José Antonio Camacho le citara para marcar con la selección. Su participación se diluyó, como su juego. Llegó a deambular por unos cuantos equipos portugueses y nunca volvió a promediar los 20 tantos que marcaba como media desde 1998 a 2002 entre el Málaga y el Celta. Se acercó en el Estepona (18), donde se retiró en 2010.

Pero sin duda, el éxito pertenece a Marcos Senna. Obtuvo el pasaporte español en verano de 2005, después de tres años en el Villarreal. Antes, Luis Aragonés ya mantuvo alguna conversación con él, y al poco de conseguir la nacionalidad, le convocó para debutar ante Costa de Marfil en el Nuevo Zorrilla. Era el 1 de marzo de 2006, y ese mismo año se convirtió en el primer brasileño que jugaba con España un Mundial. Dos años más tarde, fue el primero en ganar una Eurocopa, gracias a su portento en la medular como pivote defensivo. Omnipresente, su mejor recuerdo fue ante Italia, en cuartos de final, deteniendo a los azzurri y marcando en la tanda de penaltis. “Leía los diarios y en ninguno salía como titular en las alineaciones. Después jugaba de inicio, así hasta la final”, confesó, pasado el tiempo. Para él, ese equipo es el legado y el impulso que llevó a la actual España a la gloria.

“Soy un ejemplo de integración, me considero uno para los inmigrantes”, llegó a afirmar. Siempre ha reconocido que para él fue una motivación vestir la camiseta española por la exigencia al tratarse de un extranjero. Y que esa fuerza le llevó al éxito. No así al Mundial de Sudáfrica, donde Vicente del Bosque decidió no convocarlo. “Luis Aragonés dio la cara por nosotros y le llovieron palos. Tuvo una personalidad asombrosa, nos hizo creer en la victoria”. Y así fue. Ahora, rememora aquellos días tras 11 temporadas en el Villarreal y el reconocimiento del Cosmos, donde juega emulando a Pelé desde verano.


Ahora, falta conocer qué le deparará a Diego Costa. Cuenta Senna que es un delantero diferente a los que tiene la selección, y que no le costará adaptarse a un grupo tan abierto. Si él pudo triunfar con España, también podrá el delantero.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario